Una lonja para la manipulación del pescado de altura-bajura es una demanda de hace decenas de años como él una bascula oficial que lleve el control del pescado que entra-sale de Ondarroa. Ni una cosa ni otra se hace actualmente, llueva, haya sol, los gatos y perros pululen entre las cajas de pescado no se ha puesto remedio a esta situación, oficialmente no se sabe el pescado que se vende, por tanto, los ingresos por impuestos es adulterado, es más, hace quince-veinte años el Gobierno Vasco les dio a los armadores una moratoria de diez años en este sentido, en esas fechas Ondarroa tenía una flota pesquera de más de 120 embarcaciones, actualmente no alcanzan apenas los 20, -se calcula que en los próximos años el número de embarcaciones se reduzca a ¡10!-, muchos barcos del cantábrico descargaban sus capturas en Ondarroa, actualmente el número se ha reducido sensiblemente.
Algunas mentes "Bien Amuebladas" pretenden ahora realizar una inversión millonaria construyendo una lonja con un impacto visual tremendo: separará el pueblo del puerto. Un puerto pesquero es un recurso turístico importante y no puede admitir una actuación como la prevista y menos cuando hay otras soluciones y estas son más sensatas. Este proyecto llega tarde y mal, evitarlo es un mal menor.
Por partes:
Carece de sentido común, hoy día, plantearse una lonja de la envergadura y en el lugar que se pretende construir: 1º el sector extractivo está en una profunda crisis, poco pescado y los precios que alcanza en el mercado no hacen rentable la actividad, acentuada en estos momentos por el incremento del combustible. 2º ¿En qué medida va a afectar el cambio climático a la pesca? La alarma ha saltado, hay científicos que pronostican que el cambio de acidez del agua del mar, en los caladeros habituales, es la causa de que muchas especies busquen otros mares. La subida de la temperatura del agua, que ya se está produciendo, a causa del cambio climático, es la consecuencia que peces como el bonito, berdel, anchoa, etc. están desapareciendo en busca de aguas mas frías.
¿La pesca qué futuro depara a los arrantzales de Ondarroa? Un estudio con rigor científico es necesario para cualquier actuación general en el mundo de la pesca y en particular para el puerto de Ondarroa.
En el puerto hay innumerables locales vacíos, edificios en estado precario, algunos sin propietario. Si estos locales han dado servicio a más de 120 barcos y hoy tan solo hay 20 con un futuro incierto, el más listo sabe que hay miles de metros cuadrados sin uso. Reordenarlos y buscar espacios para otras actividades debería ser un objetivo. El edificio de Beristain por su ubicación, un solar con suficientes metros cuadrados, posibilidad de construir varias plantas y con un impacto visual nulo, es un lugar adecuado sin hipotecar una de las señas de identidad de Ondarroa como es el puerto.
Llama poderosamente la atención el empeño de construir una lonja como si nada hubiera cambiado en el mundo de la pesca, la sostenibilidad en cuanto a la actuación prevista es nula. Hoy la urgencia de la construcción de la lonja ha pasado a segundo plano, su construcción debería de estar adecuada a la situación actual, al futuro de la pesca y no a lo faraónico, una autocritica de los responsables que nos han conducido a esta situación es necesaria, es higiénica, para que la confianza de los ciudadanos con la clase política mantenga lazos estrechos.
El empeño de todos/as, y en particular de los políticos que tengan competencias es el de analizar la situación socio-económica que en Ondarroa se está produciendo en los últimos años, precisamente por causa de la desaparición de la flota pesquera, si no se producen actuaciones drásticas para evitar males mayores, Ondarroa está abocada a la pobreza y al desempleo local. Cuanto más se tarde en poner los medios necesarios para su reactivación económica, más costosa será en el futuro.
En la época floreciente, cuando se decía que la localidad con mayor renta per cápita de Europa era Ondarroa sucedieron varias cosas:
Iñaki García Arambrri
Por partes:
Carece de sentido común, hoy día, plantearse una lonja de la envergadura y en el lugar que se pretende construir: 1º el sector extractivo está en una profunda crisis, poco pescado y los precios que alcanza en el mercado no hacen rentable la actividad, acentuada en estos momentos por el incremento del combustible. 2º ¿En qué medida va a afectar el cambio climático a la pesca? La alarma ha saltado, hay científicos que pronostican que el cambio de acidez del agua del mar, en los caladeros habituales, es la causa de que muchas especies busquen otros mares. La subida de la temperatura del agua, que ya se está produciendo, a causa del cambio climático, es la consecuencia que peces como el bonito, berdel, anchoa, etc. están desapareciendo en busca de aguas mas frías.
¿La pesca qué futuro depara a los arrantzales de Ondarroa? Un estudio con rigor científico es necesario para cualquier actuación general en el mundo de la pesca y en particular para el puerto de Ondarroa.
En el puerto hay innumerables locales vacíos, edificios en estado precario, algunos sin propietario. Si estos locales han dado servicio a más de 120 barcos y hoy tan solo hay 20 con un futuro incierto, el más listo sabe que hay miles de metros cuadrados sin uso. Reordenarlos y buscar espacios para otras actividades debería ser un objetivo. El edificio de Beristain por su ubicación, un solar con suficientes metros cuadrados, posibilidad de construir varias plantas y con un impacto visual nulo, es un lugar adecuado sin hipotecar una de las señas de identidad de Ondarroa como es el puerto.
Llama poderosamente la atención el empeño de construir una lonja como si nada hubiera cambiado en el mundo de la pesca, la sostenibilidad en cuanto a la actuación prevista es nula. Hoy la urgencia de la construcción de la lonja ha pasado a segundo plano, su construcción debería de estar adecuada a la situación actual, al futuro de la pesca y no a lo faraónico, una autocritica de los responsables que nos han conducido a esta situación es necesaria, es higiénica, para que la confianza de los ciudadanos con la clase política mantenga lazos estrechos.
El empeño de todos/as, y en particular de los políticos que tengan competencias es el de analizar la situación socio-económica que en Ondarroa se está produciendo en los últimos años, precisamente por causa de la desaparición de la flota pesquera, si no se producen actuaciones drásticas para evitar males mayores, Ondarroa está abocada a la pobreza y al desempleo local. Cuanto más se tarde en poner los medios necesarios para su reactivación económica, más costosa será en el futuro.
En la época floreciente, cuando se decía que la localidad con mayor renta per cápita de Europa era Ondarroa sucedieron varias cosas:
- Se dispararon los precios de los pisos. Jóvenes que no podían acceder a una vivienda se vieron obligados a marcharse a los pueblos vecinos: Mutriku, Markina, Berriatua…, muchos con formación media-alta.
- La mayoría de las empresas grandes y medianas se han marchado de Ondarroa por falta de una zona industrial, conserveras, rederas, mecánicas, etc.
- De los miles y miles de millones de las antiguas pesetas. que la pesca ha traído a Ondarroa ni una sola se ha destinado a crear empresas y puestos de trabajo.
- En la época dorada tenía una población superior a los 14.000 habitantes. Hoy estamos por debajo de los 10.000.
- La media de edad de la población se esta incrementando, de no poner remedio, no seremos una población dormitorio, sino una población de octogenarios.
- El buque insignia y motor de la economía de Ondarroa era la pesca, con una flota importante. 3.600 familias directa o indirectamente vivían de la pesca, hoy no alcanzan ni siquiera 600 familias, y todo indica que aún no ha tocado fondo. Los bancos de pesca disminuyen, los precios bajan y la flota desaparece.
Iñaki García Arambrri
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